MODA EN
LA ANTIGUA ROMA
A la época anterior, caracterizada por su severidad y austeridad, sucedió otro traje bajo el Imperio, en el que el lujo y la afeminación desfiguraron el traje primitivo y sabido es que los romanos distinguían dos formas de traje que son las siguientes:*Toga: era el manto verdaderamente nacional. *Túnica: era la prenda que los romanos se ponían inmediatamente sobre el cuerpo, cuyo corte era el mismo para uno u otro sexo, ligera y cómoda, parecida al "chitón" griego, sin mangas o con mangas cortas que llegaban hasta el codo y sujeto por un cinturón y se tenía puesta constantemente, a diferencia del manto que se usaba al salir a la calle y habían diferentes tipos de túnicas que servían de distintivo a diversos cargos y condiciones.
Las mujeres tenían un manto que se llamaba "palla", que vestían de muy diferente manera según el gusto de cada una, semejante al "hematión" griego y es la pieza característica de las matronas y las mujeres de la Familia Imperial.
Calzados y
collares:
En cuanto al calzado, había algunos como la caliga, campago, sandalia y algunos accesorios del traje eran, la aguja, el anillo, el bastón, el brazalete, el collar, la latiglavia, dije y fíbula.
Las cadenas pendientes del cuello descendían sobre el pecho hasta la cintura, parecido al prendido etrusco
Plinio dice que las romanas llevaban de oro sus brazos, dedos, cuello y orejas que cadenas de oro serperteaban por los costados y que hasta en los tobillos se llevaban ajarcas de oro y generalmente la materia preciosa iba enriquecida con rubies, esmeraldas, perlas, piedras preciosas y algunas veces monedas.
Un peinado a la última moda; joyas rutilantes en los brazos, el cuello y la cabeza; un elegante vestido de seda: todo formaba parte del aderezo personal con el que las damas de la antigua Roma buscaban encandilar en las reuniones de sociedad, en el teatro o al pasearse en litera por las calles de la Urbe.
Rostro: El cuidado de la piel fue una auténtica obsesión de las romanas de clase elevada, y en torno a él se desarrolló un arte del maquillaje no menos sofisticado y lujoso que el de nuestra época.
Los cánones de la belleza romana aconsejaban a la mujer una piel luminosa, sonrosada y, sobre todo, blanca. La blancura de la piel era el supremo rasgo de distinción. Ovidio, que fue autor de un breve libro en el que daba consejos para aderezar y conservar la belleza del rostro, escribió en su Arte de amar.
MAQUILLAJE:
Un peinado a la última moda; joyas rutilantes en los brazos, el cuello y la cabeza; un elegante vestido de seda: todo formaba parte del aderezo personal con el que las damas de la antigua Roma buscaban encandilar en las reuniones de sociedad, en el teatro o al pasearse en litera por las calles de la Urbe.
Rostro: El cuidado de la piel fue una auténtica obsesión de las romanas de clase elevada, y en torno a él se desarrolló un arte del maquillaje no menos sofisticado y lujoso que el de nuestra época.
Los cánones de la belleza romana aconsejaban a la mujer una piel luminosa, sonrosada y, sobre todo, blanca. La blancura de la piel era el supremo rasgo de distinción. Ovidio, que fue autor de un breve libro en el que daba consejos para aderezar y conservar la belleza del rostro, escribió en su Arte de amar.
Cremas faciales: El producto hallado en Londres tenía tres ingredientes: lanolina de la lana de oveja sin desengrasar, almidón y óxido de estaño. La lanolina servía de base para la mezcla; el almidón suavizaba la piel, función para la que sigue usándose hoy día en los productos cosméticos; el estaño era el elemento que blanqueaba la piel, y empezó a utilizarse durante el Imperio en sustitución del acetato de plomo, que tenía efectos muy nocivos.
Maquillarse y cuidar la piel requería, pues, una buena dosis de tiempo y habilidad. También había que acostumbrarse a manipular productos a veces un tanto repulsivos; por ejemplo, para elaborar las mascarillas faciales se utilizaban como ingredientes excrementos, placentas, médulas, bilis y hasta orines, lo que obligaba a perfumarlas intensamente. No es extraño que el poeta Ovidio recomendara a las mujeres aplicarse los cosméticos a solas, sin que las vieran sus amantes.
Los griegos vestían túnicas de lana y de lino, y, durante el invierno, se abrigaban con un manto que se recogía sobre el hombro izquierdo y se calzaban con sus sandalias o pantuflas. El vestido femenino se componía de túnicas de dos tipos: quiton y peplo.
El peplos era el mas tradicional. Estaba hecho con un trozo rectangular de lana, que se sujetaba a los hombros con broches y se ajustaba a la cintura con un cinturón. Durante el invierno las mujeres se abrigaban con diferentes tipos de mantos (imation). Protegían su cabeza del frio con el cecrifago que era una especie de pañuelo, y del sol con la tolia un sombrero redondo de ala ancha.
Las mujeres se calzaban con sandalias y pantuflas.
Un pequeño tacon dentro de los zapatos permitían elevar la talla de la mujer que lo calzaba.
En los días de verno, algunas mujeres lucían una especie de para sol llamado esciadion que también servía para los días de lluvia.
Teñirse de rubio era habitual entre las mujeres Griegas, ya que era un color de pelo poco frecuente en grecia y, por lo tanto, exótico. Solian pintarse los labios y coloreaban sus mejillas. Era también una nota de distinción entre las aristócratas griegas. Se depilaban y tenían una variada cantidad de perfumes, hechos con flores a base de aceite. Adornaban su cuerpo con joyas de todo tipo: sortijas diademas pulseras y anillas para los tobillos.
Maquillarse y cuidar la piel requería, pues, una buena dosis de tiempo y habilidad. También había que acostumbrarse a manipular productos a veces un tanto repulsivos; por ejemplo, para elaborar las mascarillas faciales se utilizaban como ingredientes excrementos, placentas, médulas, bilis y hasta orines, lo que obligaba a perfumarlas intensamente. No es extraño que el poeta Ovidio recomendara a las mujeres aplicarse los cosméticos a solas, sin que las vieran sus amantes.
MODA EN LA ANTIGUA GRECIA
Los materiales que utilizaban los griegos para confeccionar sus vestidos eran, preferentemente, el lino, la lana y las pieles.Las prendas esenciales del vestido de los hombres y de las mujeres se designaban con los mismos nombres, chitón o himatión, que se traducen por túnica y capa respectivamente
.
Los griegos vestían túnicas de lana y de lino, y, durante el invierno, se abrigaban con un manto que se recogía sobre el hombro izquierdo y se calzaban con sus sandalias o pantuflas. El vestido femenino se componía de túnicas de dos tipos: quiton y peplo.
El peplos era el mas tradicional. Estaba hecho con un trozo rectangular de lana, que se sujetaba a los hombros con broches y se ajustaba a la cintura con un cinturón. Durante el invierno las mujeres se abrigaban con diferentes tipos de mantos (imation). Protegían su cabeza del frio con el cecrifago que era una especie de pañuelo, y del sol con la tolia un sombrero redondo de ala ancha.
CALZADOS:
Las mujeres se calzaban con sandalias y pantuflas.
Un pequeño tacon dentro de los zapatos permitían elevar la talla de la mujer que lo calzaba.
En los días de verno, algunas mujeres lucían una especie de para sol llamado esciadion que también servía para los días de lluvia.
MAQUILLAJE:
Las griegas se preocupaban mucho de su aspecto físico. Utilizaban cremas y lociones para hacer desaparecer manchas de la piel, pecas o arrugas; aceites para proteger la piel del sol o para hacer crecer el pelo.
MUY CHICAS!! FELICITACIONES!!
ResponderBorrarmuy buen proyecto :)
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