miércoles, 28 de septiembre de 2016




MODA ROCOCO



Para las mujeres, el espíritu esencial de la moda rococó residía en la elegancia, el refinamiento y la decoración, así como en elementos caprichosos y extravagantes, como coquetería. En contraposición a la solemnidad de la indumentaria del siglo XVII, el atuendo femenino del siglo XVIII era a la vez ornamentado y sofisticado. El traje masculino del siglo XVII había sido más extravagante y vistoso que el femenino, tomaron entonces las mujeres la iniciativa y adquirieron una elegancia espléndida.


Estilo de vestido del periodo Rococó , distintivo por su fantasía, asimetría, sus finos detalles y su ligereza; su vistosa belleza estaba acentuada por el uso de sus tejidos. Los más comunes en la ropa de mujer y de hombre eran las telas de saten, atlas, brocados y encajes,
 normalmente en tonos pastel. Las prendas de vestir femeninas consistían en un corpiño con mangas estrechas adornadas con cascadas de encajes y de bordados. La falda cónica era una de las prendas más sorprendentes del periodo: se conocía como crinolina y era circular al principio, oval seguidamente y estaba reforzada con aros de alambre o de metal. La pequeña medida del corpiño creaba un contraste con la falda abultada. Las prendas de vestir interiores cobraron importancia en este periodo, tal como lo fueron los estilos de peinado y los accesorios (que incluían un abanico, guantes y un manguito). La ropa masculina estaba decorada tan ricamente que parecía afeminada; tenía muchos volantes y bordados, y muchos encajes. El chaleco era corto, así como las mangas. Los pantalones llegaban hasta la rodilla y estaban complementados con unas medias blancas. En el mismo periodo pero un poco más tarde, la ropa de hombre se volvió más simple y ya no estaba adornada con encajes y volantes. Su chaqueta con lados reforzados se convirtió en una chaqueta de etiqueta, lo que se convertiría en una prenda indispensable del armario masculino.



La Revolución Francesa de 1789 modernizo muchos aspectos de la sociedad y ocasiono un claro  cambio en la indumentaria: del decorativo rococó  a los vestidos  más sencillo del neoclasismo. Este cambio radical en el vestir, fenómeno único  en la historia de la moda es un

reflejo de los grandes altibajos que los valores sociales experimentaron en esa época. Para las mujeres, el espíritu esencial de la moda  rococó residía en la elegancia, el refinamiento y la decoración, pero también había elementos caprichosos y extravagantes, así como coquetería. En  contraposición a la digna solemnidad de la indumentaria del siglo XVIII era ala vez ornamentado sofisticada. El traje masculino del siglo XVII había sido mas extravagante y vistoso que el femenino, pero la mujer tomaron entonces la iniciativa y sus vestidos de palacio de adquirieron  una elegancia esplendida. Simultáneamente la gente también ambicionaba  un estilo de vida cómodo que le permitiera pasar horas de ocio en acogedores salones, rodeadas de sus cachivaches sus muebles favoritos. Para satisfacer estas necesidades más cotidianas, también surgió un estilo de vestir realmente mas relajado  e informal.





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